El análisis térmico es esencial para caracterizar cualquier material que tiene propiedades afectadas por temperatura. De hecho, los materiales tienen una “huella digital” que se puede identificar con una curva térmica.
Con la realización de estudios programados de temperatura, se logra llegar a una comprensión detallada de cómo las condiciones térmicas afectan la estabilidad, la degradación, la composición, el cambio de fase e incluso la cinética de reacción.
Además de los estudios de temperatura mediante técnicas de quimisorción, PTA utiliza análisis termogravimétrico (TGA, por sus siglas en inglés) y calorimetría diferencial de barrido (DSC, por sus siglas en inglés), que se destinan a una amplia variedad de materiales y aplicaciones. Estas técnicas también requieren un tamaño de muestra mínimo (menos de 50 mg).